jueves, 8 de marzo de 2012

Cómo superar la elección de unas gafas

Llevo usando gafas desde hace aproximadamente 18 años y durante todo este tiempo he pasado por diversas fases en la elección de mis gafas. Mis primeras gafas fueron metálicas con un lacado en tonos lilas, verdes y rosas, luego pasé por unas gafas metálicas redondas y con imanes para incorporar lentes solares, de nuevo me decanté por otro modelo de gafas metálicas y finalmente descubrí las gafas de pasta que tanto me horrorizaban de pequeña.

Aquí  es dónde decidí plantarme y convertirme en una asidua "gafapasta"





Más allá de las modas y gustos, me gustaria comentaros las ventajas e inconvenientes de elegir unas gafas de pasta.

Pros de unas gafas de pasta
- Las monturas de pasta suelen ser más resistentes a roturas que las monturas metálicas y sobre todo que las delicadas monturas al aire.

- Las almohadillas de las gafas de pasta las forma la propia montura, si eliges bien la montura puedes estar seguro de que tus gafas te dejarán muchas menos marcas que las almohadillas de unas gafas metálicas.

Contras de unas gafas de pasta
- La experiencia me dice que son más sensibles a arañazos.
- Y también se acumula más polvo en la montura.

De cualquier modo, este no era el motivo que me llevó a publicar este post, sino algo más sencillo...

Cuando elegimos unas gafas nuevas, intentamos elegir un modelo que nos guste y que siente bien a nuestras facciones, damos vueltas, probamos y probamos hasta que finalmente por cansancio o por impulso, nos decidimos por uno.

 Puedo aseguraros que en todos los años que llevo utilizando gafas he repetido este ritual con cierta frecuencia, pero nunca he estado del todo satisfecha con la elección. ¿Por qué? Pues porque usar gafas me resulta incómodo, lo hago por obligación (no por placer) y me veo más guapa sin ellas. 


Ahora me direis, pásate a las lentillas. Y así es, yo era una asidua usuaria de lentillas, la mayoría de las veces que salía a la calle, salía con ellas puestas e incluso había gente que no se había dado cuenta de mi "gafapastismo" oculto...

Años despues de disfrutar del placer de liberarme de mis gafas, tuvieron que operarme de desprendimiento de retina, con lo que me encontré con el problema de que usar lentillas con frecuencia me resultaba incómodo y tampoco podía pensar en la redención de liberarme con una operación de mi miopía, sería un suicidio ocular.


Cuando tuve que cambiar la graduación de mis cristales, llegó de nuevo el momento del ritual, necesitaba comprar unas gafas nuevas. Sabía que como iba a usar las gafas a diario, debían de ser las gafas perfectas, no bastaba con comprar unas gafas bonitas con las que a pesar de todo, me viese fea...
 Y es entonces cuando surgió el flechazo! Las vi en un escaparate y dije, ¡tienen que ser mías! Entré en la óptica, las probé, pregunté el precio... ¡y se me quedó cara de poker!
Pasaron los días y seguí mirando otras opciones que me gustaran, pero entrasen dentro de mi presupuesto (pero el fantasma de las gafas perfectas acechaba en cada una de mis búsquedas). Un buen día estando de viaje encontré una óptica con mucha variedad de marcas e interesantes descuentos. Rebuscando entre los expositores las vi... y el final, lo podeis imaginar.
Despues de 18 años, puedo decir que al fin me siento a gusto con mis gafas. Creo que es la mejor inversión que he hecho en mucho tiempo.

Y ahora queda presentároslas, éstas son mis gafas perfectas:
¿Y vosotros? ¿Las habeis encontrado? Si es así, lanzaros a por ellas, merece la pena :)

2 comentarios:

La Chica del Lunar dijo...

:D me encantan!!! y te quedan genial y marcan tu proopio estilo

Jaiza dijo...

Gracias, Lunares! n__n Lo único malo que les veo es que hay ropa con la que no me terminan de cuadrar, pero estoy suuuuuper contenta con ellas! Más de lo que nunca he estado con unas gafas! :)

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